Dulce Cuento - Capitulo 1. 10 minutos
Lunes, 8 de octubre de 2018
Aly Miller tenía 16 años, pelo
castaño claro y ojos color miel, delgado y con una altura un poco más baja del
promedio; vistiendo un uniforme de colores negro y azul.
Caminaba a su escuela, todavía
faltaba como treinta minutos para la hora de entrada a su preparatoria y al
paso que iba llegaría con unos 10 minutos de sobra, todos los días llegaba con
tiempo de sobra por la simple razón de evitar cruzarse con su madre en las
mañanas; por el mismo motivo iba a la biblioteca por las tardes al finalizar
sus clases o se encerraba en su habitación.
Con los audífonos puestos no le
fue posible esquivar el balón de fútbol que se dirigía a el, el golpe solo lo
hizo retroceder unos pasos y con las manos agarro el balón buscando con la
mirada al dueño, estaba molesto, pero en su hábito de interiorizar todas sus
emociones su cara era más de sorpresa.
A Aly casi se le corta el aliento
cuando vio a Javier Brown, el chico que le gusta desde que entro a la
preparatoria y que creyó no volver a verlo desde su graduación el año pasado,
bajo la vista y sus manos empezaron a temblar, fue cuando una voz lo devolvió a
la realidad.
- Perdona el golpe, estábamos
practicando cuando me distraje y te di – Javier estaba a pocos metros de Aly
con ropa deportiva y una sonrisa
- No te preocupes – Aly luchaba
por no tartamudear – yo también estaba distraído al caminar
Aly extendió sus brazos para
devolver el balón al dueño, todavía no se atrevía a volver a mirarlo, una vez
que Javier recibió el balón empezó a mirar a Aly con curiosidad.
- Parece que no es la primera vez
que nos vemos – dijo Javier – traes el uniforme de mi vieja escuela
El chico que estaba practicando
con Javier se acerca a ellos impaciente por seguir su entrenamiento, al llegar
y de la misma forma que Javier ve el uniforme que portaba Aly
- No eres parte del club de fans
– digo el chico dirigiéndose a Aly – el del equipo de fútbol
Aly se fijo en el otro chico,
pudo reconocerlo como otro miembro del viejo equipo de fútbol de su preparatoria
- Era parte de ese club – aclaro
Aly – este año el equipo no tiene nada que ofrecer, pierden todos los partidos
Javier y su compañero mostraron
una mueca de inconformidad, obviamente les dolía escuchar que el grupo que
tanto les costo formar se fue a la basura. Aly por su parte miro su celular vio
que había perdido sus 10 minutos de ventaja, juntado todo su valor se despidió
y hecho a correr en dirección a su escuela.
Martes, 9 de octubre de 2018
Este día Aly estaba excesivamente
feliz, de hecho, ayer también lo estuvo, tanto que su amiga Poppy le pregunto
si estaba enfermo. La razón era muy simple, tanto que tenía nombre y apellido.
Quebró su rutina diaria, ahora
empezaría a salir una hora antes para ver si tenía suerte volver a ver a
Javier, en su estadía en el club de fans del equipo de fútbol se enteró que
Javier practicaba desde las 5 de la mañana es sus días de preparatoria, el
castaño creía que esa rutina no tenía que cambiar ahora que lo más probable era
que Javier estuviera en la universidad.
Se acomodo detrás de unos árboles
al lugar, según recordaba, era el mismo del día anterior; tal como pensó Javier
llego a las 5 con un grupo mas grande de personas que Aly no reconocía, su plan
de acercarse casualmente se fue a la basura, desde su escondite prefirió
escuchar la práctica y voltear a ver de vez en cuando hasta que fue hora de
retirarse.
Si bien las cosas no salieron
como esperaba Aly seguía con su sonrisa, estaba satisfecho con saber que tenía
un lugar donde volver a ver a Javier.
Una vez que llego a la
preparatoria se unió a su grupo de amigos, charlaron un poco y se retiraron a
sus clases, las primeras horas pasaron rápido y antes de notarlo ya estaban en
el receso; sus amigos empezaron a comer y discutir sobre temas triviales, Aly
daba pocos comentarios hasta que su amiga Poppy lo atrajo hacia ella
excluyéndose del grupo.
- ¿Ya confesaras lo que te tiene
en las nubes? – pregunto Poppy, la chica de cabello largo y negro con una
mirada seria en sus ojos grises – estas… en otro mundo desde ayer
Aly la miro sorprendido, Poppy
O’Kelly no era alguien que se metiera en la vida de los demás, pero si alguien
que no tenía pelos en la lengua y decía lo que pensaba a la primera, pensó en
si decirle sobre Javier, era su amiga más cercana después de todo.
- Te lo diré después de clases –
le respondió Aly
Solo le diría a Poppy, todavía no
estaba listo para decirle a sus otros amigos que a esa altura solo sabían que
Aly había tenido un viejo amor, el año pasado recién les confeso que era gay,
cuando Poppy lo supo desde el primer año.
Antes de su ingreso a clases
escucharon unos gritos, el grupo miro en dirección de las canchas donde se
encontraba peleando dos grupos de estudiantes de último año, esas peleas eran
recurrentes desde que inicio la actual gestión por lo que la mayoría o pasaba
de ellos o aprovechaban en grabarlos para subirlo a Internet después; nadie
sabía porque peleaban y a nadie le interesaba saberlo, eran un espectáculo.
A las 3 de la tarde salieron de
su última clase, Poppy tomo a Aly de brazo y anuncio al resto que tenían una
tarea conjunta y se retiraban a la biblioteca, en realidad fueron a una
cafetería para hablar, pidieron unas bebidas.
- Entonces… - comenzó Poppy sin
saber cómo continuar
- Volví a ver a Javier – declaro
Aly lo más rápido posible
- ¿Quién?
Aly frunció el ceño, no recordaba
que su cercana amiga podía ser un inteligente, pero no sabía nada sobre los
deportes, supuso que ella no recordaba nada de su época como fan de fútbol.
- Javier Brown, miembro del
equipo de fútbol el año pasado, defensa – empezó a describirlo con atributos
que pensó su amiga lo recordaría – cabello rubio, ojos azules… - al ver que su
amiga todavía no se daba cuenta decidió ahondar más en detalles – el chico por
el que suspiraba cada 5 minutos.
- Ese Javier – exclamo Poppy como
si fuera el mayor descubrimiento.
- Si, ese Javier
- Pues que suerte tienes, después
de la graduación estabas con una tristeza que solo tú mismo te aguantabas – se burló.
Poppy dejo su faceta tranquila y
sonrió, ya recordaba todo, su amigo admitió su gusto por el jugador el último
año de este y con lo tímido que llegaba a ser jamás pudo ni decirle un “hola”.
- ¿Y cómo lo encontraste? ¿Por
fin le hablaste? – interrogo Poppy.
- Practica en unas cachas en las
mañanas, mi camino a la escuela pasa por el lugar y si le hable – lo ultimo lo
digo indignado no era tan tímido como su amiga pensaba.
- Eso es un gran avance – mostró
una mirada de orgullo
En las siguientes dos horas su
amiga se encargó de sacarle todos los detalles de sus escasos dos encuentros,
le riño por no acercarse solo por el hecho de que había más gente y le hizo
prometer que se seguiría contando sobre sus avances con Javier pero que no
hablara de fútbol, Poppy jamás entendería el fútbol.
Viernes 19 de octubre de 2018
Aly pensaba que estas casi dos
semanas desde que se reencontró con Javier eran de los momentos mas felices de
su vida, su rutina ahora incluía una pequeña charla con el rubio o simplemente
mirarlo cuando practicaba si es que había mucha gente antes de retirarse a sus
clases, en las tardes paseaba por las canchas antes de irse a casa.
También en su casa las cosas eran
pacíficas, a su madre le dio por desaparecer todas las tardes, Aly ignoraba a
donde iba, pero tenía la creencia de que se encontraba con su abogado. La sensación
de pasearse por su casa le are agradable y más cuando se intentaba cocinar
nuevos platillos, la cocina se le daba bien.
A las 8pm se encontraba
terminando de comer, ese día preparo lasaña, justo cuando daba sus últimos
bocados la puerta de abrió, su madre venia de una fiesta a juzgar por su
vestimenta.
- “Al menos no está borracha” –
pensó Aly, viendo a su madre derrumbarse en un sillón de la sala
Al castaño se le quito el hambre
y recogió su plato para llevarlo a la cocina y lavarlo, el tiempo con su madre
no era nada agradable, mientras sacaba el plato que utilizo vio a la sala por
la puerta de la cocina, entonces cruzo mirada con la mujer.
- No vas a servirme, llego
cansada – reclamo Sarah, su madre
- Creí que comerías afuera –
respondió Aly – solo preparé comida para una persona
- Eres un desconsiderado
Aly se volvió a la cocina,
preparo algo rápido para llevárselo a su madre; al momento de llevárselo noto
como en los laterales del cuello había unas marcas, chupetones claro esta; al
dejar el plato Sarah noto como su hijo le miraba el cuello, trato de taparse
las marcas con el cabello sin mucho éxito.
- Ve a tu habitación – ordeno
Sarah
Esa noche Aly durmió con la
puerta asegurada, la relación con su madre era desastrosa a tal punto que Sarah
no podía dirigirle la palabra sin ofenderlo y Aly intentaba hacerle la ley del
hielo la mayor parte posible. Por otra parte, mentiría si dijera que extrañaba
a su padre, tres años sin verlo hace que no le tenga una buena imagen.
Con lo bien que se sentía estos
días y ahora le tenían que recordar lo mal que estaba su familia.
Comentarios
Publicar un comentario